Nació en el municipio de Nechí, corregimiento Colorado. Es víctima del conflicto armado desde que, el 16 de agosto de 1987, el Frente 36 de las extintas FARC-EP realizó una toma en el corregimiento en la que fallecieron tres personas, entre ellas una mujer en estado de embarazo. En esa toma, Yadis fue víctima de acceso carnal violento, a la edad de 13 años. Después de eso, ella y su familia salieron desplazadas a distintas zonas del país.
El año 2000 marcó la vida de Yadis. Fue cuando inició sus labores de trabajo social y comunitario en juntas de acción comunal (JAC), pero ese mismo año su compañero de vida fue asesinado en Simití, Sur de Bolívar. Para ese entonces, ella era la secretaria de la JAC del barrio El Paraíso. A la muerte de su compañero, Yadis quedó a cargo de sus tres hijos. A pesar de la necesidad de buscar ingresos que le permitieran sostener a su familia como madre soltera, Yadis continuó ejerciendo labores dentro de la comunidad. En el año 2003 fue elegida presidenta de la JAC del barrio El Camello Etapa II. Este trabajo la llevó a articular su actividad con organizaciones de nivel internacional como MAPP OEA, REDEPAZ y el IPC. Así, en el 2005, Yadis comenzó a liderar procesos sociales en el territorio por la reivindicación de los derechos de las víctimas del conflicto armado interno.
Trabajó con la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (ASFADES) por invitación de su fundador, Ursinio Retamoza, desde el año 2008. Inicialmente participó de algunas actividades y, después, fue elegida vicepresidenta. Desde esta asociación, Yadis continuó abanderada de la lucha por las garantías para el acceso a los derechos de las víctimas del conflicto. Algunos de los proyectos que más le llena de orgullo haber adelantado con ASFADES, son el proyecto agrícola con Colombia Humanitaria, por la siembra de 20 hectáreas de arroz y 12 hectáreas de yuca, del que participaron treinta familias.
Dentro del liderazgo en procesos sociales por las víctimas, Yadis también ha trabajado de la mano con algunas instituciones gubernamentales. En el año 2009 trabajó con la Gobernación de Antioquia en la estrategia de Gestores Comunitarios. Este era un programa de la Gobernación para brindar orientación y atención a las víctimas del conflicto.
Más tarde, en 2013 fue enlace regional de Redepaz en un proyecto que buscaba fortalecer las estrategias de autoprotección. El programa se desarrolló en varias zonas del país y, gracias a él, conoció a personas a qiienes recuerda con especial cariño, como Luis Emil Zabaria, director del programa, y a Jaime Álvarez Álvarez, QEPD. Para el mismo año, Yadis y su comunidad fundaron una asociacion de víctimas denominada Asociacion de Victimas Constructoras de Paz – ASOVICTPAZ, de la cual ella es representante. Desde ASOVICTPAZ, Yadis y su comunidad han trabajado por mejorar la calidad de vida de distintos sectores de la población. Además de las victimizaciones derivadas del conflicto armado interno, durante la pandemia ocasionada por el virus COVID-19 también se generaron dificultades para algunas poblaciones. Por esto, ASOVICTPAZ gestionó, con organizaciones de nivel internacional, nacional y del sector empresarial, distintos mecanismos para la mitigación y el alivio de las consecuencias nefastas que la pandemia dejó para las mujeres víctimas de violencia sexual. Gracias a ASOVICTPAZ, representada por Yadis, cuarenta mujeres víctimas de violencia sexual recibieron bonos de ayuda por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR); Para la misma población, consiguieron acceder a paquetes alimentarios con el fondo Abrazando Amor de Empresas Públicas de Medellín (EPM); y, finalmente, kits de bioseguridad y paquetes de alimentos que fueron provistos por JUSTAPAZ, organización de la iglesia cristiana menonita en Colombia.
Yadis es una defensora irreductible de los derechos de las víctimas. Por esto, en el marco de la implementación de la ley 1448 o Ley de Víctimas, ha participado de las mesas de víctimas. Durante dos periodos consecutivos ha sido coordinadora de la mesa municipal de víctimas, desde donde busca visibilizar las condiciones y necesidades particulares de las víctimas para involucrarlas como sujetos activos en la toma de decisiones sobre la política pública de víctimas. Para esta labor, y, como ella dice, gracias al trabajo en equipo, ha conseguido el respaldo de organizaciones de la cooperación internacional como Global Communities, el Comité internacional de la Cruz Roja (CICR), el Consejo Noruego para Refugiados (NRC por sus siglas en inglés), ACNUR y el programa Colombia Transforma de USAID.
“Desde ese espacio hemos articuado con muchas entidades logrando el reconocimiento de las víctimas, articulando acciones con la Red de Mujeres Victimas y profesionales donde se trabaja todo el tema de violencia sexual, donde se han apoyado las jornadas de denuncias colectivas y se ha apoyado a un grupo de hombres víctimas del mismo delito y desde la cual hemos solicitado la apertura del macro caso de violencia sexual”.