La líder destacada de PARES esta semana es una mujer que trabaja por los derechos y la representación del campesinado, los jóvenes y las mujeres. Stefany Tróchez es secretaria de la ANUC Norte del Cauca, representante al Consejo Municipal de Desarrollo Rural y representante de mujeres de la JAC de su vereda. Además, es madre, esposa, tecnóloga ambiental y estudiante de psicología.
Inició su labor comunitaria en septiembre de 2016, cuando participó en la asamblea de conformación de la Junta Directiva de la ANUC de Quilichao, como representante juvenil. Cuenta que, en ese entonces, no sabía mucho, pero que los compañeros y compañeras de la ANUC siempre la han apoyado y motivado desde la solidaridad. Y, efectivamente, al participar en espacios de representación comunitaria, ha aprendido a expresarse en público sin temor e, incluso, frente a cámaras. Antes de vincularse a la ANUC de Quilichao, Stefany trabajaba con su esposo en el sector transporte, que es también de suma importancia para el trabajo comunitario en la región.
Actualmente, la ANUC Norte del Cauca reúne a poblaciones campesinas de Santander de Quilichao, Corinto y Caldono. Esta organización impulsa actividades productivas de las comunidades campesinas. Por ejemplo, desde 2018 realizaban los Mercados Campesinos Agroecológicos en el parque de Santander de Quilichao, inicialmente con apoyo de la Alcaldía y, posteriormente, de la Pastoral Social.
La ANUC Norte de Santander hace parte del Consejo Interétnico del Norte del Cauca, que reúne organizaciones campesinas, indígenas y afro. Varias iniciativas de las organizaciones que pertenecen al Consejo han recibido apoyo proporcionado por el país vasco para fortalecer las capacidades de las organizaciones territoriales. En este marco, la ANUC Norte de Santander implementó una estación piscícola en Santander de Quilichao, y buscan ampliar este proyecto para que las comunidades de Caldono y Corinto cuenten con estaciones piscícolas propias, y la población pueda acceder a alimentos más económicos y comercializar una parte de la producción.
Justamente en el marco de los incentivos proporcionados por el País Vasco, Stefany viajó a esta región para participar de espacios de formación y, actualmente, es enlace territorial del Consejo.
Su mayor preocupación sobre la comunidad es la vinculación de mujeres y jóvenes a la economía de los cultivos de uso ilícito. Estas actividades debilitan las posibilidades de la producción agrícola y ponen en riesgo a la población. Por eso, su labor se enfoca en aportar al reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos especiales, de acuerdo con sus dinámicas territoriales y su relación con el ambiente.
Cuenta que, como enlace territorial, ha aprendido cada vez más a comprender la realidad en la que vive su comunidad, al conocer las memorias y el dolor de las personas. “Yo vengo de una vereda donde siempre hubo grupos armados, sino que uno ve eso como lo normal”. Estas experiencias de vida, cuenta, fueron lo que la impulsó a estudiar psicología, para poder apoyar de manera integral a las personas de las comunidades que participan en el Consejo Interétnico.
“Para mí lo más bonito son las amistades que uno hace con las personas. Es tan bonito conocer gente de tantos lugares, tantas costumbres de ellos que pues no son las mismas”.