Consuelo Mendoza

Consuelo es una mujer comprometida con el bienestar de la comunidad en la región de Bajo Cauca. La pasión con la que realiza el trabajo por los derechos de las víctimas, los niños, niñas, jóvenes y mujeres se percibe cada vez que habla del trabajo con la gente.

“La gente sigue respaldando, sigue y sigue, eso es seña de que se está haciendo un buen trabajo”.

Inició su trabajo como vicepresidenta de la Asociación de Víctimas de Bajo Cauca (ASDEBAC), al darse cuenta de todas las dificultades y la necesidad de que esta población se organizara para trabajar conjuntamente. En su momento, fue la primera asociación de Bajo Cauca, y agrupó alrededor de 300 personas víctimas del conflicto armado. Actualmente, cuenta que se ha ido especializando en otras organizaciones más pequeñas que agrupan a las personas por sus lugares de residencia.

Con la Asociación, Consuelo ingresó a formar parte de la Mesa Municipal de Paz, en la que se encuentran varias de las asociaciones que nacieron de la primera. También, este año comenzó a participar en el Consejo Municipal de Paz de Caucasia.

Para Consuelo, la articulación entre las organizaciones de base y la institucionalidad es fundamental para avanzar en los derechos. Actualmente, desde el Consejo Municipal de Paz, las y los representantes actúan como voceros de la comunidad, especialmente de los sectores con mayores necesidades socioeconómicas, y quienes están en desacuerdo con los distintos procesos gubernamentales. “Por eso nos llamamos Consejo de Paz”.

Por otra parte, Consuelo también es presidenta de la Junta de Acción Comunal del Barrio Campusano. Desde esta colectividad, se adelantan espacios de atención para la comunidad, como jornadas de salud, recreación y otros servicios, en los que participan el SENA, la Comisaría, la Personería, la UBPD, entre otras. Además, hace parte del grupo motor del PDET Caucasia, la Comisión de la Cruz Roja, la Mesa de erradicación de la violencia contra la mujer, entre otros.

Desde los diferentes espacios de participación, Consuelo destaca la importancia de tener oferta social y económica para la niñez, la juventud y las mujeres. De hecho, cuenta que su sueño es que las mujeres víctimas y cabeza de hogar puedan acceder a vivienda y proyectos productivos. Para esta población ha sido difícil acceder al mercado laboral, debido a las brechas de desigualdad que existe entre las mujeres del campo y las personas que pueden acceder a educación básica de calidad, así como la educación técnica formal y la educación superior.

Actualmente, Bajo Cauca es una región con alta presencia de grupos armados; por lo que el riesgo de reclutamiento a jóvenes es alto. Consuelo hace énfasis en la necesidad de la formación integral de niños, niñas y jóvenes para hacer frente a esta dinámica de conflicto. También sueña con que los jóvenes puedan acceder a las oportunidades de empleo y educación superior que permitan dar fin a los ciclos de violencia en la región.